domingo, 30 de diciembre de 2007

Art Brut checo

Varias obras de Anna Zemankova. Fuente: http://www.abcd-artbrut.org

A finales del siglo XIX el espiritismo se extiende por las zonas de Bohemia, Moravia y Eslovaquia. Tiene especial calado entre la población más pobre, que lo asocia a ideas progresistas y solidarias. A través de estas sesiones encuentran una apertura a otros mundos que se revelan principalmente a través de dibujos.

Karel Havlicek. Fuente: http://www.abcd-artbrut.org

Surge entonces un imaginario ligado al proletariado, al mundo de la mina y del tren, que representa seres híbridos, extrañas floraciones… Anna Zemankova (1908 Olomou - 1986, Praga) dibuja nada más despertarse durante unas siete horas todos los días. Karel Havlicek (1907, Berlin - 1988, Kadan) cuando llega a casa después de una dura jornada en las vías del tren. Eva Droppova (1936, Bratislava) se gana la vida como dibujante y recibe formación técnica a pesar de lo cual su obra se cataloga como art brut, lo que no sorprende cuando vemos sus obras y la oímos hablar de su proceso creativo. Sus extraños dibujos surgen a raíz del grave accidente que sufre su hijo tras el que su sistema neurológico se ve seriamente dañado.

"Pregunté a Dios porqué castigaba así a mi niño. Era la primera vez que me dirigía a él. En ese momento algo sacudió la habitación, como una explosión de energía. No sé si el golpe sucedió dentro de mí o en el espacio. Algún tiempo después, mientras lloraba, todo parecía agitarse a mi alrededor, mi mano se puso en movimiento, incontrolada, independiente de mi voluntad. Es así como nacieron las primeras imágenes?”

Eva Droppova "¿A qué se parece el hombre del nuevo mundo?"
Fuente: http://surrealisme.ouvaton.org/article.php3?id_article=189

Cada una de ellas responde a preguntas que ella lanza a los espíritus. Pinta con determinación, sin dejar de buscar respuestas. Pierre Janet, en sus estudios sobre el Automatismo psicológico (1913), pone en evidencia el rol “desculpabilizador” de estas manifestaciones mediúmnicas. Éstas permiten expresar pensamientos camuflados y reprimidos sin que el Yo consciente intervenga.

sábado, 22 de diciembre de 2007

Museos personales

Le Jardin Encyclopédique en Isorno Valley, Suiza, de Armand Schultness

Entre aquellos que dan rienda suelta a su creatividad modificando su entorno o vivienda encontramos a quienes pretenden crear un museo personal. Un museo entendido como un lugar que recoge todas sus experiencias, sabiduría y objetos acumulados a lo largo de los años. Es curioso observar que la mayoría de estas personas colecciona piedras, botellas, latas o muñecos que a menudo emplea después en sus construcciones. Me surgen varias dudas ¿qué es lo que nos/les empuja al coleccionismo? ¿Qué tiene de particular este coleccionismo que se basa en la recuperación de materiales? ¿Está emparentado con el síndrome de Diógenes? ¿es una locura asociar esta voluntad de personalizar y diferenciarse con un fenómeno como el tunning?

El Jardín Escultórico de máximo Rojo. Fotografía: Graciela García

El Jardín Escultórico de máximo Rojo. Fotografía: Graciela García

En España, encontramos entre otras la obra de Máximo Rojo, un abigarrado conjunto de más de 400 esculturas figurativas modeladas en cemento con piedras incrustadas y estructuras de alambre o hierro forjado en el interior. En ocasiones se sirve también con fines expresivos de plástico, madera o papel. No está claro si el autor (un agricultor que nunca se había interesado por el arte) comenzó su museo como un divertimento para combatir el ocio de la jubilación o por una "llamada interior", desde luego su impulso debió ser lo suficientemente fuerte como para vencer las reticencias de su esposa y vecinos. Máximo Rojo reprodujo en su jardín el saber que había adquirido en manuales de Geografía e Historia desde que aprendió a leer a los 20 años. El conjunto de su obra se recogía bajo el nombre El Jardín Escultórico Universal y podía visitarse en Alcolea del Pinar (Guadalajara). Tras el fallecimiento de su autor en 2006 el jardín permanece cerrado y sin mantenimiento alguno.

Museo de las Perdices. Fotografía: Graciela García

Museo de las Perdices y casa excavada en la roca de Lino Bueno. Fotografía: Graciela García

Como por contagio, a pocos metros del museo de Máximo Rojo, en Alcolea del Pinar, encontramos la impresionante casa excavada en la roca por Lino Bueno y otro museo personal: el Museo de la Perdices. Se trata de un lugar peculiar, a medio camino entre museo, bar y taller. Allí encontramos antigüedades de todo tipo intercaladas con obras del autor (escultura y pintura). Lo visitamos en agosto del año pasado y pudimos conocer al mismo Perdices que nos ofreció un refresco y una guía personalizada a cambio de la voluntad para el mantenimiento del museo. Nos dijo que estaba en desacuerdo con su inclusión en el libro “Escultecturas Margivagantes” que había aparecido unos meses antes y reseñaba las intervenciones del entorno y la arquitectura en España. También habló con cierta superioridad de sus paisanos Lino Bueno y Máximo Rojo a quienes consideraba en la inferior categoría de artesanos.


Museo de las Perdices. Fotografía: Graciela García
Museo de las Perdices. Fotografía: Graciela García

Museo de las Perdices. Fotografía: Graciela García


Entre todos los museos personales, me fascina Le Jardin Encyclopédique en Isorno Valley, Suiza, de Armand Schultness (1901-1972).

Le Jardin Encyclopédique en Isorno Valley, Suiza, de Armand Schultness

Ahora completamente destruido, Le Jardin Encyclopédique consistía en un área de 18.000 metros cuadrados disponiendo de una cadena de caminos, puentes, senderos, escaleras y puntos de vista panorámicos, por los que se desarrollaba una red de alambres de la que pendían cientos de placas hechas a mano con inscripciones. Ubicadas principalmente en los árboles, estas placas eran realizadas con viejas latas arrugadas sobre las que pintaba con óleo para después escribir textos en cinco idiomas mostrando su conocimiento enciclopédico en temas como Geología, Astrología, Matemáticas o Psicología.

Cuando las placas estaban deterioradas, por estar a la intemperie, entonces las cambiaba. Este laberinto de itinerarios estaba construido de acuerdo con estructuras: seguía rutas precisas marcadas por postes con campanas y cables que imitaban teléfonos. El laberinto es un trabajo hecho para llamar la atención del espectador. El jardín también representa una pequeña cosmogonía. En la casa tenía una biblioteca de setenta volúmenes que había escrito él mismo entre 1930 y 1940, y que no mostró a nadie. Probablemente Schulthess murió de hipotermia. Las autoridades de Tessin y sus herederos decidieron destruir su obra por lo que muy pocas placas sobreviven.

domingo, 16 de diciembre de 2007

OUTSIDERS Y PSICOGEOGRAFÍA

Outsiders y psicogeografía:

Alterando el espacio extendemos los límites de nuestra identidad. Todos personalizamos nuestro hogar pero, a diferencia de los artistas outsiders, mantenemos nuestra intimidad repartida entre la cabeza y los cajones. No hacemos que invada los muebles como Karl Junker (ver entrada “homo aestheticus”) ni la grabamos en el suelo del dormitorio como Jeannot.

Plancher de Jeannot. Fuente: http://animulavagula.hautetfort.com/images/medium_grand_plancher.jpg

Al volcar las emociones sobre el espacio las trasladamos al mundo tangible y las hacemos palpables. Es además un acto de comunicación y una manera de sobrevivir a la muerte, muchos de estos lugares son descubiertos tras el fallecimiento de su habitante dejando constancia de su singularidad.

Pero no todas estas intervenciones tienen un carácter tan solitario y sombrío como la de Karl Junker o Jeannot (consultar su triste historia en el blog de animavagula). “La Maison de Celle qui peint” por ejemplo, es también excesiva y recargada pero al tiempo alegre y colorista. Su intervención se expande por el exterior y el interior, por las ropas y los inquietantes muñecos que encontramos por todas partes.





Otras son meros alardes técnicos o artesanales que explotan al máximo las posibilidades de un recurso haciendo que estos pasen de lo habitual y cotidiano a lo fantástico a base de “lo excesivo”. Juan Antonio Ramírez lo llama "Apoteosis de un solo material". The beer can house de John Milkovisch (1912-1988) en Houston se trata de una casa recubierta de las latas de cerveza. Su autor aplanaba el aluminio de las latas tras cortarles la parte superior e inferior y las ensartaba como guirnaldas. En total, 39000 latas (un paquete de 6 por día) fueron empleadas en la casa durante los 18 años que Milkovish destinó a su transformación.


"Beer Can House" de John Milkovisch. Fuente: http://www.roadsideamerica.com/attract/TXHOUbeer.html

Dentro de estos interventores del espacio encontramos una peculiaridad, aquéllos que desean volcar su singularidad y conocimientos o su afán coleccionista bajo forma de un museo personal. El próximo post estará dedicado a este tema. A continuación un pequeño resumen de la definición de psicogeografía.

Introducción a la psicogeografía:

La psicogeografía relaciona espacio y psique. Es una propuesta que parte del situacionismo en la cual se pretende entender los efectos y las formas del ambiente geográfico en las emociones y el comportamiento de las personas. Una de las estrategias más conocidas de la psicogeografía, aunque no la más importante, es la deriva. Se relaciona con el urbanismo y con Guy Debord

La forma de nuestras ciudades, de nuestras viviendas responde a unas características simbólicas determinadas por aspectos culturales, perceptivos y por las características personales del receptor. (Wikipedia).

La obra de Louise Bourgeois es un ejemplo claro de cómo la vivienda se convierte en recipiente de experiencias y sensaciones, de cómo “el espacio no existe, es sólo una metáfora para la estructura de nuestras existencias” Louise Bourgeois, citada por Lynne Cooke en “Adios a la casa de muñecas”. Louise Bourgeois. Memoria y Arquitectura. 2000. p. 63.

Artículo interesante : http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-146(036).htm#_ednref10

viernes, 7 de diciembre de 2007

Raymond Morris y el arte nocivo

Raymond Morris. Fuente: www.rawvision.com

Raymond Morris recrea su particular universo en su obra, un universo que refleja las fuerzas cósmicas y espirituales que le rodean y que según explica, cobran una gran influencia en su vida. Dichas fuerzas acceden a su interior más vulnerable mediante la actividad artística y en ocasiones se siente amenazado por ellas. Cuestiona la capacidad curativa del arte afirmando que también puede ser nocivo para el ser humano pues fue éste quien mató a Van Gogh.

Su obra es principalmente pictórica y se extiende a paredes y techos de su pequeño apartamento en Londres. En ella la palabra cobra gran importancia, escribe poesías que incorpora a sus pinturas y las registra acústicamente.


Raymond Morris. Fuente: www.rawvision.com

domingo, 2 de diciembre de 2007

Máquinas para volar



Todas las imágenes de Charles Dellschau. Fuente: http://www.charlesdellschau.com/

Volar es una metáfora profundamente enraizada en el ser humano que encarna su ambición por ejecutar todo aquello para lo que no ha sido diseñado.

Mucho antes de que los hermanos Wright realizaran el primer vuelo con motor de la historia en 1903, Charles Dellschau (1830-1923) ya creía conocer los secretos que permitirían al fin construir la máquina de volar.

Dedicó toda su energía desde la jubilación (era carnicero en Texas) a completar cuadernos de notas de gran formato en los que desarrollaba estos artilugios.

El trabajo de Delleschau fue ignorado hasta finales de los años 60.

Gustav Mesmer. Fuente:http://www.luftfahrt.de/pas/content/OF00000200000059/8/80/200008808.pdf

En 1903, año del comienzo de la aviación, nace Gustav Mesmer en Alemania. Desde su juventud, Mesmer estaba empeñado en construir un ornitóptero y mantuvo su intención hasta su fallecimiento en 1994 a la edad de 91 años. Aunque tuvo la oportunidad de conocer la aviación moderna, los aviones de hélice, los dirigibles e incluso montó en helicóptero, no dejó de trabajar en sus bicicletas voladoras que estaban destinadas a elevarse como las aves a costa de sus propios músculos.