domingo, 30 de noviembre de 2008

Pasaquan






Construí este lugar para tener algo con lo que identificarme, porque no hay nada en esta sociedad con lo que me identifique o que desee emular.

Aquí puedo estar en mi propio mundo con mis templos y mis dibujos y con el espíritu de Dios. No tengo nada contra el resto de la gente y sus creencias. No le estoy pidiendo a nadie que siga mi camino o que haga como yo.

Aunque, cuando me haya ido, me seguirán como la noche al día.


San EOM al escritor de su biografía, Tom Patterson, 1985


Eddie Owens Martin (Georgia, 1908-1985) nació en una familia de granjeros y desde niño mostró una sensibilidad superior a la de su padre y el resto de sus hermanos. Su madre le enseñó a leer y escribir en secreto, lo que le fue útil cuando decidió abandonar su casa a los 14 años. Su padre había matado a un perro que le habían regalado los vecinos.


Recorrió Georgia y Florida recogiendo fruta y terminó en Nueva York donde se relacionó en seguida con gente de las artes. Mientras absorbía el hervidero cultural de Nueva York se ganaba la vida como podía, adivinando la fortuna, sirviendo comidas…

Al final de la década de los 30, tras padecer unas intensas fiebres comenzó a experimentar visiones que se convertirían en el motor de su actividad artística. La primera de ellas consistía en tres personajes excepcionalmente altos, enviados de un lugar llamado Pasaquan, un territorio donde futuro presente y pasado son indistinguibles. Él, Eddie Owens, era el elegido para “comunicar la paz y la belleza que podría esperar al hombre si éste anduviera con más cuidado”. A partir de ese momento se convirtió en San EOM el único Pasaquoyano del siglo veinte. Así, regresó a Georgia, donde sentía que debía desarrollar su obra, cuya construcción le llevó más de 30 años.


4 comentarios:

raúl quinto dijo...

La biografía de este hombre es fascinante, y si te paras a pensar sigue la misma estructura q los mitos heroico: la expulsión, el camino de conocimiento, la tragedia... gracias por presentarme a estos personajes tan auténticos.

Graciela García dijo...

Hola Raúl, gracias por tu comentario. Se me había olvidado que había puesto un sistema de moderación de comentarios y no he visto el tuyo hasta hoy. Gracias a tí por tu visita y tu visión

Anónimo dijo...

Hola graciela, mi nombre es Aurélien Lortet, soy el hijo de Marie-rose Lortet, llevo tiempo mirando "el Hombre jazmin",y enahorabuena,felicitaciones por la presentacion y la calidad del contenido.Gracias por offrecer a todo el mundo la posibilidad de descubrir,estos mundos fantasticos,y fascinantes del "art Brut".Si buscas o necesitas cualquier informaciones o documentos sobre mi madre o otro artista "brut",seria para mi un placer facilitartela.Este verano Marie-rose, va hacer una exposicion retrospectiva de 45 años de creacion textil,en la ciudad de Niort(Francia),una locura.Un abrazo, y enahorabuena.Aurélien.

Anónimo dijo...

Hola de nuevo, soy Aurélien , aqui te mando mi e-mail: lortet82@wanadoo.es
un saludo, Aurélien