domingo, 18 de enero de 2009

ACM, esculturas de piezas mecánicas




A. C. M. (Francia, 1951) era un chico extramadamente tímido que consiguió empezar estudios de arte a pesar de no haber terminado la enseñanza secundaria (por ser considerado mal estudiante).

Su época en la Academia de Bellas Artes fue especialmente dura. No se sentía cómodo con el resto de los estudiantes y su tendencia a intelectualizar el arte o llevarlo hacia la política (eran los tiempos que siguieron a 1968). Intentó suicidarse varias veces y se refugió en autores como Rainer Maria Rilke, Friedrich Nietzsche o Antonin Artaud.

En 1976 su vida dio un giro cuando heredó una casa en ruinas que había sido una fábrica. Allí se le abrió un mundo de posibilidades y comenzó a limpiar y pintar pequeñas piezas mecánicas que juntas, construían extraños edificios, catedrales, barcos...

Las imágenes proceden de http://www.abcd-artbrut.org/article.php3?id_article=477 y http://c-monster.net/blog1/2008/01/25/photos-outsider-art-fair-nyc/

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy impresionante este tipo... Es como si no soportara la nanidad del mundo industrial y metalúrgico... Muy curioso.
Por cierto, viendo lo del Pasatiempo de Betanzos, me acordé de la Quinta da Regaleira de Sintra, quizá lo conozcas. Deben de ser de la misma época. Y bueno, supongo que lo conocerás, pero en Sintra también está el impresionante Palacio de Pena, poco menos que el paraíso de cualquier niño.
Saludines

Graciela García dijo...

No conocía la Quinta de Regaleira, con lo que me gustan los jardines tipo gabinete de curiosidades. Muchas gracias por los dos ejemplos ¡para haberlo sabido cuando estuve en Lisboa!