Todas estas obras son creaciones anónimas de 1990 y no tienen título, a excepción del óleo que representa a un peregrino, titulado Santiago y datado en 1985 y la imagen del hombre de perfil portando sombrero, que se titula Timbraos y es también de 1990.
A menudo me habéis preguntado si se conocen obras de arte outsider españolas. Es por ello que me gustaría seguir haciendo referencia a la reciente exposición Pinacoteca Psiquiátrica en España, 1917-1990. Hoy he querido mostrar obras de la colección del Hospital de Toén, realizadas por pacientes entre los años 1959 y 1990.
Además de las piezas que aquí se muestran, me ha parecido interesante hacer referencia al texto que se incluye en el catálogo, escrito por Alcira Cibeira Vázquez y David Simón Lorda, ambos psiquiatras, que estudian el archivo del hospital.
Estos observan que los primeros testimonios, aquéllos dibujos realizados antes de la instauración de un taller habilitado para la expresión plástica, son los más espontáneos. En ellos los pacientes se sirven de papel higiénico o cualquier otro material reciclado para abocetar sus ideas. Más adelante, en el contexto del taller, las obras se sienten más dirigidas. De estas primeras creaciones espontáneas no tenemos ninguna muestra pero los psiquiatras detectan tendencias que ya hemos referido en este blog muchas veces: el interés por construir mundos alternativos, inventos y máquinas estrafalarias.
Otra constante es la vinculación del escrito a la actividad plástica, los laberintos de palabras, las pictoescrituras, la producción de ambiciosos volúmenes autobiográficos, enciclopédicos… Es otra característica del arte hecho en psiquiátricos de todos los puntos geográficos.
La reciente reunión de obras de la pinacoteca psiquiátrica española nos permite observar el mismo orden de tendencias en la producción artística de los enfermos mentales que la que hemos venido observando en el estudio de piezas más conocidas, procedentes en su mayoría de estudios anglosajones y franceses.